No todas las familias viajan… algunas se transforman

¿Alguna vez has querido viajar en familia… pero sentiste que algo faltaba?
Que los niños no se conectan, los abuelos se cansan, y tú solo quieres que todos disfruten de verdad.
Hola, somos Mike e Itzel.
Este no es un sitio para venderte un viaje.
Es un espacio para mostrarte otra forma de recorrer el mundo: una que une generaciones, fortalece vínculos y deja un legado emocional.
Aquí no corremos por cumplir itinerarios.
Aquí viajamos con propósito, con pausa y con alma.
Si eso te mueve… estás justo donde tienes que estar.





¿Qué podemos hacer por ti y tu familia?
Creamos este proyecto porque sentimos en carne propia la frustración de planear viajes que no conectaban con todos. Hoy, acompañamos a familias como la tuya a vivir experiencias que unen.
Diseñando experiencias familiares a medida, pensadas para unir generaciones. nuestra misión es ayudarte a que tus viajes no sean una lista de lugares, sino una colección de momentos memorables. Que tu hijo y tus padres, tu esposo(a) disfruten sin estrés. Que se sientan parte. Que regresen con historias que merecen ser contadas. Trabajamos con familias que buscan más profundidad, autenticidad y bienestar emocional. Ya sea con un viaje privado o en grupo, lo planeamos todo para que tú solo te ocupes de disfrutar.
Qué dicen nuestros viajeros


¿Por que hacemos lo que hacemos?
Porque alguna vez estuvimos en el lugar donde tú quizás estás hoy: creyendo que viajar era simplemente comprar un paquete, seguir un itinerario y correr de un sitio a otro sin realmente vivir el momento.
Recordamos claramente la vez que perdimos una de las experiencias que más esperaba un recorrido en moto por la costa Amalfitana— solo porque el transporte del tour nunca llegó. Sentimos frustración, desilusión y, sobre todo, una desconexión total con la forma en la que estábamos viajando. nos dimos cuenta de que los itinerarios rígidos, los grupos impersonales y la prisa no eran lo nuestro.
A partir de ese momento, decidimos que queríamos algo diferente: viajes que respetaran nuestro tiempo, nuestra energía y nuestras emociones. Claro, el camino no fue fácil. nos enfrentamos a proveedores poco confiables, barreras de idioma, cancelaciones, desorganización, mal ambiente en los grupos... Pero todo eso nos enseñó.
Nos enseñó que viajar también puede ser un acto de conexión, de afinidad, de propósito. Que cuando te rodeas de personas con las que compartes valores, energía y ganas de vivir, el viaje se vuelve transformador.
Y por eso hoy hacemos lo que hacemos: para que tú no tengas que pasar por lo mismo. Para que tu viaje no sea un itinerario, sino una historia que merezca ser contada. Para que te lleves algo mucho más valioso que fotos: memorias que unan, que emocionen, que trascienden.




¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
Anécdotas personales
Una travesía intergeneracional en San Andrés
San Andrés fue más que un destino… fue un reencuentro con la esencia de lo que significa viajar en familia. En ese viaje fuimos, mi novia, mi madre, mi hijo y yo. Éramos tres generaciones compartiendo un mismo mar, una misma risa, y sobre todo, una misma intención: crear memorias que duren para siempre.
Recordamos ese instante en que mi hijo jugaba con la arena mientras mi madre lo miraba desde la orilla. Me detuve a observarlos y entendí que ese momento sencillo contenía el verdadero valor de los viajes: unir historias, cerrar círculos, abrir corazones. En ese viaje no había prisas, solo pausas que sabían a legado.


La primera vez que lo entendimos todo
Hubo un momento en ese mismo viaje en que mi hijo corría hacia mí con los brazos abiertos, gritando de alegría por haber visto un pez. Mi mamá se acercó y, sin decir mucho, me miró con ternura y dijo: "Gracias por esto, hijo". Esa frase quedó grabada en mí.
En ese instante entendí que no solo estaba viajando para disfrutar, sino para sembrar algo más grande que nosotros mismos: un recuerdo que trasciende el tiempo. Una historia que mi hijo podrá contar algún día. Un instante de conexión emocional que se queda vivo por generaciones.
Estas anécdotas no son solo momentos bonitos… son la raíz de todo lo que hacemos. Por eso diseñamos viajes que te permitan vivir algo similar: conexión real, historias compartidas y emociones que dejen huella.

Un retrato familiar en plena zona peatonal nocturna de San Andrés. Luces cálidas, sonrisas auténticas y conexión multigeneracional en una sola toma.

La alegría de la infancia en su máxima expresión. Mi hijo posa con entusiasmo, iluminado por la energía vibrante de la noche isleña.

Esta imagen transmite amor, unión y ternura. Un momento espontáneo que encapsula la dicha de compartir una experiencia en familia.

Esta imagen muestra el inicio de un momento especial: la conexión de dos generaciones mientras caminan hacia el mar de la mano.

Paseo en carrito por la isla, todos con sombreros de “San Andrés”, compartiendo risas y aventura.

Mamá y nuestro hijo, posando con una energía que transmite la felicidad de estar en el paraíso.